En la primera mitad de los ochenta, a Vélez lo vestía una marca de la época, Sportlandia, inolvidable para los que tienen más de cuarenta. Después de 14 años con Adidas, Boca decidió cambiar de marca y apostó a una empresa que, a su vez, apostó todo a Boca. Desde los setenta, cuando puso un bulldog en las remeras de Carlos Monzón, se convirtió en un referente de la ropa deportiva, desde su comercio en la Galería Jardín.