Consultada por el destino de la supuesta camiseta original con la que convirtió aquellos goles, la hija de Maradona prefirió mantener la identidad a resguardo. Hay que hacer algo con esta moda de llevar las camisetas de la NBA con el bañador y las chanclas surferas que parece no tener freno. Quienes mejor lo tenían eran los rojiblancos, que dependían de sí mismos y ganando eran campeones.