Hace poco más de dos años que Pablo Recuenco, Álvaro Rodríguez y Álvaro Patón decidiesen unir su creatividad para crear lo que ellos llaman «su bebé», una marca en la que cada pieza, remate y costura ha estado pensada hasta el más mínimo detalle. A la hora de emprender lo tenían claro, querían un producto que reflejase su personalidad e identidad, por eso lo han planificado todo, desde el faro del logotipo, símbolo de los veranos que el grupo ha pasado juntos a la tipografía y el ‘packaging’: «Apostamos por un diseño diferente, queríamos que la gente que tuviera las zapatillas viese que eran especiales, por eso elegimos estampados y tiras laterales, para darles ese ‘toque’. Le hemos dado también mucha importancia en la identidad corporativa de la marca porque nunca se sabe si en un futuro pivotaremos el negocio a otro tipo de prendas, por eso queremos que la gente quiera llevar Morrison», explican.