Con las clientas, porque los patrones se realizan pensando con mucho cuidado para que sienten bien al mayor número de cuerpos posible, pero también con quienes conforman su universo. Precisamente ese dilema fue el que expuso la mencionada Zubi, una firma española capitaneada por dos mujeres con un equipo femenino que se centra en la realización de prendas y complementos lo más inclusivos y respetuosos posibles. Aunque no dio el salto a los medios de comunicación masivos, el post en el que planteaban si eran caras o justas causó bastante revuelo entre la industria española y los pequeños emprendedores.